Cumple una función: es el plan de estudio: Díaz Barriga
Karina Avilés. Periódico La Jornada. Martes 11 de junio de 2013, p.
36.
Mientras que el ex subsecretario de Educación Básica y Normal, Olac
Fuentes Molinar, consideró que sí es necesario renovar los libros de texto
gratuitos, siempre y cuando se definan los criterios adecuados, pues de lo
contrario habría una nueva versión
de la dispersión y el capricho, el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ángel Díaz Barriga, indicó que
ojalá y no nos den atole con el dedo, puesto que la construcción de textos es una actividad profesional y no se realiza en meses.
Luego de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer que en agosto de 2014 habrá una nueva generación de los libros que se reparten gratuitamente a los niños de educación básica del país, Fuentes Molinar recordó que los títulos realizados en el sexenio de Felipe Calderón
son muy malos, ya que se tuvo un descenso en la calidad pedagógica, gráfica, en la coherencia, puesto que lo dominante en ellos fue el
descuido.
Al señalar que la primaria mexicana está llena de “seudoinvestigaciones y de tareas inútiles, el investigador del Programa de Estudios sobre el Desarrollo de la UNAM, dijo que una nueva elaboración de textos requiere primero de la definición de criterios y procedimientos, de información que realmente corresponda a la enseñanza básica, de la interacción entre las diversas disciplinas, de componentes gráficos, entre otros.
De este modo, agregó, si se definen bien los criterios de un buen libro, viable, práctico y los diversos volúmenes son coherentes entre sí, es necesario pensar en una nueva generación de títulos que vayan más allá de corregir errores, carencias y excesos.
Y recordó que hoy día existe un exceso y una falta de jerarquía en la información de estos títulos, que es necesario atender.
Primero habrá que romper la lógica burocrática
Por separado, el investigador del Instituto de Investigaciones
sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, Ángel Díaz Barriga, recordó que
en el caso mexicano el libro de texto gratuito cumple otra función: es el plan
de estudios. De tal modo que transformar estos títulos implicaría reformar
también las preguntas de los exámenes a gran escala. Esto, en razón de que es
preocupante la manera en que la SEP construirá las preguntas en función de lo
que se supone que enseñarán los maestros a los alumnos, lo cual tiene que ver
con los contenidos que se definan en los libros.
Expresó que para tomar una decisión de esta naturaleza,
supongo que la SEP cuenta con una evaluación de qué libros funcionaron y cuáles no en la administración pasada. Uno supone que la dependencia busca corregir lo que no funcionóen estos volúmenes que fueron modificados bajo la dirección del entonces subsecretario de educación Básica y yerno de la maestra Elba Esther Gordillo, Fernando González Sánchez.
Recalcó que para modificar textos es necesario tomarlo con la seriedad
profesional que demanda, pues el error de las reformas a los libros de historia
en los años noventa fue que se hicieron
sobre las rodillas.
Recordó que en la administración de Ernesto Zedillo se logró que los libros
entraran a concurso; sin embargo, ahora los hace de nueva cuenta la SEP
bajo la lógica burocrática de que tal texto de primaria debe estar listo para el 15 de abril. Por ello, insistió en que la elaboración de títulos para la enseñanza es una actividad profesional, la cual requiere un periodo de elaboración más largo en comparación con el que hoy se preparan estos volúmenes.
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