Reducción en la edad de la primera menstruación, entre las causas del inicio
temprano: experta
La mayoría conoce los métodos anticonceptivos, aunque ignora cómo funcionan, alerta el Celsam
La mayoría conoce los métodos anticonceptivos, aunque ignora cómo funcionan, alerta el Celsam
Ángeles Cruz Martínez
Treinta y ocho por ciento de los adolescentes mexicanos de entre 10
y 19 años tienen una vida sexual activa. En promedio la iniciaron a los 15 años,
aunque una tercera parte lo hicieron antes de cumplir 14, revela la encuesta
Conocimiento, actitud y práctica de anticoncepción.
Dicho sondeo muestra la necesidad de modificar los programas de educación sexual, advirtió Raffaela Schiavon, secretaria técnica del Comité Promotor por una Maternidad Segura.
Señala que son múltiples las causas que explican el inicio temprano de la actividad sexual, una de ellas es la disminución en la edad de la primera menstruación: 72 por ciento de las entrevistadas tuvieron su menarca antes de cumplir 12 años.
La encuesta realizada por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) abordó diversos aspectos, como el conocimiento de los jóvenes sobre los métodos anticonceptivos, el acceso que tienen a los mismos y los embarazos no planeados, entre otros.
Sobre los embarazos, el sondeo encontró que de 15 por ciento que ya tuvo esa experiencia, 23 por ciento de las mujeres y 15 por ciento de los hombres eran menores de 14 años y 80 por ciento estaban entre 15 y 19.
Ésta es la primera vez que una investigación sobre métodos de planificación familiar incluye datos de la población que tiene entre 10 y 14 años, donde está claro, señaló Schiavon, que también se reporta actividad sexual. Por eso es fundamental, advierte, que las estrategias de educación y prevención también se enfoquen a ese sector.
Hasta ahora, dijo, es un grupo etáreo que se ha mantenido invisible en las encuestas e investigaciones sobre el tema.
En la presentación de los resultados de la encuesta, Juan Carlos Hinojosa, presidente de Celsam, destacó que la mayoría de los jóvenes conocen los métodos anticonceptivos, aunque ignoran el mecanismo de acción de los productos. Un dato relevante, dijo, es que las farmacias se ubican como el principal sitio donde los adolescentes los consiguen, mientras las clínicas son opción sólo para 10 por ciento de ellos.
Según encuesta, la mayoría de los jóvenes creen que sus
papás los apoyarían para usar anticonceptivosFoto Carlos
Ramos Mamahua
Algo no se está haciendo bien
Dos de cada tres entrevistados dijeron estar de acuerdo en traer
condones, no les da vergüenza ir a comprarlos ni usarlos; incluso, más de la
mitad consideró que sus papás los apoyarían para que utilicen anticonceptivos.
Sin embargo, resaltó Hinojosa, en México el embarazo adolescente no planeado ni
deseado es un grave problema de salud pública que no corresponde con los
hallazgos del estudio.
Hay algo que no se está haciendo bien, y de cualquier manera se observan grandes avances, a pesar de que no ha existido en el país una política fuerte de prevención y educación sexual. Los adolescentes saben más y tienen una actitud positiva para tener sexo protegido, comentó Schiavon.
La encuesta se realizó en 11 estados de la República, pero es representativa de la situación de los adolescentes de 10 a 19 años que viven en zonas urbanas y pertenecen a un nivel socioeconómico medio.
En relación con los servicios médicos y la posibilidad de acceso a una atención en salud sexual y reproductiva, la mitad de los entrevistados afirmaron ser derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 32 por ciento estar en el Seguro Popular, lo que supondría una prestación efectiva del servicio. Sin embargo, los jóvenes reportaron la existencia de barreras, principalmente por los horarios de atención en las unidades médicas, el costo de los anticonceptivos, porque la mayoría los compran en farmacias, y 12 por ciento no confían en el personal de salud.
Otro dato que da cuenta de los avances, resaltó Schiavon, también directora de Ipas México, es el cambio que se dio en los últimos 20 años respecto a las fuentes de información de los adolescentes sobre los anticonceptivos.
En los 90 recurrían principalmente a los amigos, en la actualidad éstos representan sólo 2 por ciento y fueron sustituidos por los maestros (47 por ciento), papás (27 por ciento) y personal de salud (22 por ciento).
http://www.jornada.unam.mx/2013/05/17/sociedad/039n1soc
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