Manuel Pérez Rocha
El mundo atribuye su infortunio a las conspiraciones y maquinaciones de grandes malvados. Entiendo que subestima la estupidez
Adolfo Bioy Casares
En estas líneas, las palabras estupidez, arbitrariedad y
autoritarismo no son insultos, son descripción.
Estupidez, arbitrariedad, autoritarismo es lo que anima a la reforma
laboral discriminatoria aplicada de manera exclusiva y denigrante a los maestros
mexicanos, perversamente presentada como
reforma educativa.
Estupidez,
porque quienes en verdad creen que con ello se mejorará la educación no
comprenden que están haciendo todo lo necesario para conseguir lo contrario,
porque ignoran todo el conocimiento que hay sobre estas materias.
Estupidez,
porque sus dichos están plagados de inconsistencias y atropellos a la razón, a
la lógica más elemental. Arbitrariedad, porque han impuesto reformas legales sin
justificación expresa, consistente y suficiente.
Arbitrariedad, porque dejan al
arbitrio de
autoridadesindefinidas decisiones que afectan los derechos de personas. Autoritarismo, porque sostienen su proyecto solamente en la fuerza que les da su posición de gobernantes y el apoyo de los intereses de la plutocracia que domina y explota a este país, y del aparato propagandístico a su servicio: Televisa, Milenio, Reforma, TVAzteca y otros muchos.
¿Exagero? Lean este párrafo de la pretendida Ley del Servicio Profesional
Docente (el corazón de la
reforma educativasegún sus autores y sus propagandistas):
El personal con nombramiento definitivo tendrá garantizada su permanencia en el servicio público siempre y cuando se sujete a los procesos de evaluación del desempeño. Cuando se identifique la insuficiencia en el nivel de desempeño de la función respectiva, el personal de que se trate deberá incorporarse a los programas de regularización que la autoridad educativa determine, que incluirá un esquema de tutoría. De ahí en adelante, dos evaluaciones más, y si no hay resultados satisfactorios
en un término no mayor de doce meses, el despido
sin responsabilidad para la autoridad.
¿Qué quiere decir para ellos
definitivosi es que está permanentemente condicionado? ¿Quién es la autoridad que va a identificar la
insuficiencia en el nivel de desempeño? ¿En qué momento o momentos se hará tal
identificación?, ¿con qué criterios, con qué procedimientos? ¿Quién va a definir los criterios? ¿Cuál es la
autoridadque va a determinar los programas de
regularizacióna que deberán someterse los maestros?¿Es
irregularun maestro que no se ha sometido a esos programas? ¿Quién determina el contenido y método de esos programas? ¿Cuáles serán las atribuciones del
tutor? ¿Quién lo designará? ¿Será una nueva categoría de trabajador con ingresos adicionales? ¿Cuál será su relación con el
tutorado? ¿Será una relación jerárquica? ¿Cómo podrá defenderse un maestro ante tanta arbitrariedad?
Más de millón y medio de maestros serán incorporados a un sistema y
procedimientos centralizados inoperantes y costosísimos. Ya se ha anunciado que
serán contratados 5 mil
evaluadores, los cuales tendrán condiciones de trabajo privilegiadas en comparación con las de los maestros (entre otras cosas, a ellos sí se respetan los derechos establecidos en el artículo 123 constitucional, a los maestros no).
Estos evaluadores también serán evaluados ¿y
los evaluadores de los evaluadores también requerirán de un sistema que los
evalúe? ¿Con qué criterios y procedimientos? ¿Y quién evaluará a la cúspide de
este aparato? Todo este absurdo y arbitrariedad no se eliminan con las
declaraciones acerca de que las evaluaciones deberán considerar el
contexto, concesión retórica con la que pretenden engatusar a la CNTE.
Hoy, más que nunca, tiene valor la afirmación de que la educación es un
proceso permanente, a lo largo de toda la vida. Si esto es cierto para el común
de la gente, lo es más para los maestros, su educación nunca termina, siempre
será insuficiente. Siempre serán
irregularesa los ojos de los burócratas y tecnócratas que ignoran sus ignorancias.
¿La educación está mal? Sí, sin duda. Pero la educación es uno de los asuntos
más complejos en la vida de las personas y de las sociedades. Complejo no
solamente quiere decir que presenta obstáculos, quiere decir que en él
intervienen múltiples factores con múltiples interrelaciones interrelacionadas
(si, así es).
En una de las discusiones de la CNTE con los diputados y
senadores, uno de estos propuso:
veamos primero los aspectos legislativos y después discutimos los pedagógicos. En los mismos proyectos de leyes que se pretenden imponer se señala en un transitorio que deberá (después) discutirse el
modelo educativo. Entonces ¿qué legislan? Ignoran incluso que se introducen en un campo minado sobre el cual se discute desde hace milenios.
La crítica es el uso de la ciencia, de la razón, de la cultura para destruir
los prejuicios, los mitos, la introducción subrepticia de los intereses en los
razonamientos. Muchos intereses inconfesados y muchos prejuicios sobre los
maestros mexicanos (y sobre los mexicanos) subyacen en el absurdo proyecto de un
nuevo Leviatán que tiene el encargo de vigilarlos y controlarlos.
Con razón la demanda central de la CNTE es la profesionalización del
magisterio, profesionalización que implica no solamente el desarrollo de las
competencias para lograr que los estudiantes aprendan, sino la condición de
confianza en sus capacidades y compromiso.
La solución al problema educativo
(real) está en propiciar la creación de múltiples espacios (las escuelas) en las
cuales los maestros tengan condiciones que les permitan una formación permanente
en el trabajo y mediante el trabajo (FTMT).
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